Gracias a la implementación de la estrategia ‘Familias Fuertes’, un total de 150 hogares fortalecieron el vínculo entre padres e hijos a través de la comunicación asertiva y las relaciones afectivas.
El propósito de este proceso, que se desarrolló durante siete semanas consecutivas con encuentros presenciales, es mejorar la salud y el desarrollo de adolescentes de entre 10 y 14 años, además de prevenir conductas de riesgo mediante el diálogo y la comprensión.
Así mismo, se busca fomentar entornos seguros para la prevención del abuso de sustancias y otras conductas que puedan comprometer la salud de los jóvenes.
Leigdy Barbosa, coordinadora del programa, señaló que esta estrategia hace parte del Plan de Intervenciones Colectivas que contempla otras actividades de promoción y prevención de la salud a nivel general.