Rober Bustamante y Edgar Prada se conocen hace muchos años y su amistad se vio reflejada el pasado domingo, atada a un cinturón que los unió en la carrera atlética 10K. Rober es el cuidador de Edgar que tiene una condición de discapacidad en su visión y es el guía para que Rober pueda cumplir la ruta a través de señales e intuición. Edgar llegó al atletismo de la mano de su amigo que ya lleva muchos años practicando, hicieron la carrera 10K no tanto por los premios, solo buscaban vencer sus miedos y demostrar, una vez más, que muchas discapacidades son mentales.Para entrenar ya habían hecho la ruta a la vereda El Carmen, pero sabían que esta carrera era mucho más técnica y de mayor cuidado. Se levantaron muy temprano, se encontraron y decidieron que la mejor distancia era la 10K, no había físico para tanto. “Rober es amigo mío hace muchos años, me motivó a hacer deporte y la verdad lo disfruto mucho, esta es la tercera carrera que hacemos y espero seguir disfrutando de estas actividades, definitivamente el ser invidente no me limita por eso seguiré corriendo”, aseguró Edgar.Rober dice que hay que volver a los entrenamientos más seguido para estar preparados. “A veces me toca jalarlo a entrenar porque es muy perezoso, pero tenemos una muy buena relación, nos conocemos hace mucho tiempo, desde niños y creo que estas carreras lo motivan mucho, a mí también me gusta ser cuidador”.En ocasiones el corazón y la amistad vencen cualquier discapacidad y ellos seguirán corriendo para demostrarlo. Un ejemplo de una verdadera amistad.