Con la Política Pública de Gestión Comunitaria del Agua, la Administración municipal le dará por fin valor a una de las luchas colectivas más antiguas que se han gestado en la ciudad; los acueductos comunitarios que por años les han llevado agua a los usuarios y que, a pesar de ello, ha sido objeto de satanización. Así lo expresó el alcalde Felipe Harman en el acto público que se cumplió este jueves en el parque Infantil, el cual antecedió la entrega del proyecto de acuerdo al Concejo de Villavicencio para establecer la Política Pública de Gestión Comunitaria del Agua, que hizo en compañía de gestores comunitarios del agua urbanos y rurales. Es primera vez que en el Municipio de Villavicencio se realiza y se radica un proyecto de esta magnitud, que pretende trabajar mano a mano con quienes han sido pioneros en el manejo de estructuras artesanales para proveer de agua al municipio y cuidar los entornos que rodean estas cuencas hídricas, señaló el mandatario. Y agregó, de esa manera se dejan atrás años de disputas de los acueductos comunitarios con la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Villavicencio (EAAV), que le hacían daño a nuestra historia y legado. También se firmó un convenio entre los acueductos comunitarios en red y la EAAV, con el objetivo de iniciar de inmediato un trabajo conjunto de mejoramiento de condiciones. Este acuerdo de voluntades “hace parte del trasegar histórico, lleno de esfuerzos, canas, conflictos, pero también, de autonomía y lo que implica la gestión colectiva del agua; herramienta para cuidarla, defenderla e impulsarla para beneficio de todos”, indicó el alcalde Felipe Harman. Tendremos un instrumento local que nos convoca a trabajar en forma conjunta hacia esa visión de país, en el que hoy hacemos nuevamente historia como gobierno, reconociendo la naturaleza como sujeto de derechos y la apropiación colectiva como garantía de sostenibilidad para la nación, en una ciudad en la que hay unas 60.000 personas que se proveen del servicio de agua de los acueductos comunitarios.