La cocina llanera es toda una experiencia de colores, sabores y técnicas inexploradas, una variedad de alimentos se esconde en la vasta región de la Amazorinoquia que muy pocos se han atrevido a explorar.Yul, mejor conocido como ‘El cocinero llanero’, hizo este recorrido por distintos territorios escondidos y no tan escondidos del Meta y departamentos circundantes, donde descubrió nuevos ingredientes que más tarde le ayudarían a seguir consolidando su sazón. A pesar de haber recorrido este camino para mejorar su arte, la cocina ya corría por sus venas pues su padre es pastelero y su mamá cocinera empírica. Ella fue quien le enseñó las técnicas iniciales, para luego hacer un curso en el SENA e irse al exterior a perfeccionar y seguir aprendiendo. En Perú tuvo la oportunidad de trabajar con grandes cocinas y chefs reconocidos en el ámbito internacional.‘’Yo era un turista en mi tierra y no conocía el potencial gastronómico y sobre todo el potencial cultural que tenemos en esta tierra y vale la pena mostrársela al Mundo y sentirnos orgullosos de ser llaneros y sentirnos orgullosos de que en los Llanos nuestra comida sabe a humo, a cilantro cimarrón, a aguardiente, a tierra y a fuego’’, indicó Yul. NIDO es la marca que consolidó, su restaurante, donde incluyó muchos de los ingredientes autóctonos y que fue transformando para brindarle a los ciudadanos la nostalgia del recuerdo de la niñez, pero también de la modernidad de la cocina regional y nacional. Esta historia sobre Yul y su travesía, realizada por la Secretaría de las TIC, ya está disponible en las redes de la Alcaldía de Villavicencio.