Las autoridades aumentarán los operativos para evitar la utilización de menores para la comisión de delitos y mendicidad. Así se acordó durante un consejo de seguridad liderado por la secretaría de Gobierno de Villavicencio, Andrea Lizcano. Allí se señaló que el uso de los menores de edad está contribuyendo al incremento en los índices de delincuencia y percepción de inseguridad entre los ciudadanos. La secretaria de Gobierno dijo que los llamados a las autoridades son cada vez más, de los líderes comunales, que informan sobre la vinculación de niños y adolescentes en bandas delincuenciales. Señaló que, “junto con la policía de Infancia y Adolescencia, logramos la recuperación de un menor en el barrio Villa Lorena, que estaba siendo utilizados por un reconocido delincuente, y ya el menor está en manos del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar”. En el tema de los niños que están siendo utilizados por sus padres para la mendicidad, la funcionaria dijo que se tienen reportes de migrantes venezolanos que salen con sus hijos a los semáforos de la ciudad. “Es nuestro deber verificar si son realmente sus padres, si el menor no es víctima de maltrato y así lo hicimos en una intersección semafórica, donde nos reportaron la presencia de una niña todas las noches, casi siempre dormida en los brazos de sus padres, quienes piden limosna”, reveló la funcionaria. La niña, agregó Lizcano, “con el apoyo de la ESE fue valorada en el puesto de salud de la Esperanza y se realizará todo el proceso de verificación familiar y en ese sentido, hacemos el llamado al ICBF para que empiecen las jornadas de restablecimiento de derechos con estos niños y niñas”. “La mendicidad de un menor es el primer paso para que se vuelva delincuente porque se desescolariza, ya conoce el dinero, genera una maduración que no está acorde con su edad, no se desarrolla, no tiene recreación y menos una buena alimentación, por eso hago un llamado a la ciudadanía para que no sigan dando limosna, y si las personas siguen en los semáforos, quiere decir que es una actividad rentable”, puntualizó Lizcano. En el caso de los habitantes de calle, se analizó el tema junto con la secretaría de Gestión Social, sin embargo, el traslado de estas personas ahora es limitado, pues debe ser bajo su consentimiento. La reciente caracterización da cuenta de 720 habitantes de calle en la ciudad y por eso se pide a la comunidad no llevarles alimentos, especialmente a quienes de manera juiciosa lo están haciendo con los del sector del Maizaro y Porvenir y también se les pide que hagan una buena disposición de las basuras, pues ellos mantienen su vicio buscando entre la basura elementos de reciclaje que pueden vender u otros que cambian por drogas.
