Ser vacunador en medio de una pandemia es un trabajo de tiempo y esfuerzo completo, en sus manos está ayudar a superar esta enfermedad epidémica. Son 65 equipos de vacunadores en Villavicencio los que están detrás de las 145 mil dosis aplicadas en la ciudad, hasta ahora.Cada equipo está conformado por: anotador, orientador, vacunador y digitador, y jefes coordinadores de los puntos. Ellos son los encargados de que el Plan Nacional de Vacunación contra el covid-19 funcione a la perfección. Entre algodones, agujas, jeringas, viales de Sinovac, Pfizer y Astrazeneca transcurren los días de enfermeras profesionales, que tienen la responsabilidad de afrontar el reto más grande de salud pública hasta el momento. Ellos pasaron de aplicar 300 dosis, en las primeras jornadas, a un promedio de 4.000 dosis al día.“Son jornadas arduas de trabajo y logística para lograr las metas día a día, pero al terminar cada jornada estamos llenos de satisfacción por aportar a nuestra gente la vacuna que pondrá fin a esta pandemia”, dice Ginna Navarro, una de las enfermeras vacunadoras.Saludar, recibir a cada usuario, hacer pedagogía, contener los nervios, el escepticismo y hasta el llanto de los pacientes, hace parte de su labor diaria. “Vacunar contra el covid-19 es distinto, aunque es el mismo procedimiento, acá hay un factor bajo presión que no es fácil, al principio da mucho susto, pero ya se convierte en algo cotidiano y tratamos siempre de hacerlo con mayor transparencia posible”, dice la jefe Laura.Es por eso su trabajo siempre es reconocido por los pacientes, el trato humano y digno hace parte de sus principios. No basta contar con las dosis necesarias, un equipo comprometido es indispensable para que funcione el esquema de vacunación, y estos no solo se encuentran en campamentos e instituciones prestadoras de salud (IPS), también se trasladan a veredas o van casa a casa para aplicar la vacuna a pacientes que no pueden movilizarse.Así avanza el plan de vacunación, de la mano de equipos profesionales que no paran y que trabajan día a día para aplicar dosis de vida y esperanza a todas y todos los ciudadanos, pues su principal y único objetivo es evitar tantas muertes como sea posible.”Para mí es un inmenso placer poder estar vacunando, me genera mucha satisfacción. Trabajamos en equipo y hacemos que la gente se vaya contenta, con el trato más humano”, concluye una de las vacunadoras.