Encontrar la misión en el mundo ocurre por elección y muchas veces por casualidad, tal y como le sucedió a Adriana Mesa, quien una tarde se topó con el que desde hace 12 años sería su destino y le cambiaría por completo su percepción del mundo y de los animales. En ese momento, trabajaba como supernumeraria y hacía entregas a diferentes ferreterías de la capital del Meta y, entre paso y paso, empezó a conocer la situación y las consecuencias que sufren los perros y gatos sin hogar; en ese momento decidió adoptar el primer cachorro y cuenta que no sabe cuándo llegó a tener el número que ahora tiene. Inicialmente, Adriana mantenía los animalitos rescatados en su casa, pero se dio cuenta que no sería suficiente el espacio y a pesar de no contar con los recursos suficientes, decidió arrendar un lote por el Corredor Ecológico en el que también funciona un parqueadero de busetas, allí se alojan 30 perros y en su casa cuenta que tiene a 10 gatos que, por obvias razones, no puede tenerlos en el mismo espacio que los caninos.A pesar de que su trabajo no le da el dinero suficiente para ella y sus animales, cuenta con ángeles que le han aportado en la adecuación del espacio donde tiene el refugio y que muchas personas se acercan a realizar sus aportes, y gracias a eso ha podido seguir con esta bonita labor. ‘’Yo esto lo hago con amor, yo vengo todas las tardes y yo esto lo hago porque a mí me nace, no porque me paguen, porque a mí me dicen: _ ¡ay! es que ¿a usted le pagan? _ Yo le respondo ¿Quién me va a pagar a mí? ¡No! yo lo hago por ellos, por verlos a ellos bien, que estén bien. Si ellos están bien, yo estoy bien’’, comenta Adriana.