Tras 25 años de abandono, los comerciantes del barrio San Isidro finalmente presencian una transformación significativa en la calle 35A, que durante años sirvió como botadero de escombros y se convirtió en un foco de inseguridad. Hoy, la vía ha sido recuperada, impulsando el comercio y mejorando la movilidad en la zona.
La ejecución de este proyecto implicó una inversión de 235 millones de pesos que gestionó la administración del alcalde Alexander Baquero. La obra, desarrollada en colaboración con la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Villavicencio (EAAV), incluyó la sustitución de la tubería pluvial y sanitaria, preparando el terreno para la aplicación de una capa asfáltica de 10 centímetros de espesor.
“Esta vía estuvo abandonada por muchos años, así que dijimos: ‘a esto hay que cambiarle la cara’. Técnicamente fue un desafío, ya que es una calzada de nueve por veintiséis metros, ejecutada en solo 26 días,” destacó, añadiendo que se realizarán intervenciones similares en otras áreas de la ciudad.
Por su parte, la empresaria Carmenza Chávez, expresó satisfacción por la intervención del Gobierno municipal. “Muy agradecidos con el señor alcalde y con Darwin Castellanos, quienes fueron los promotores para que se iniciara el proceso y obtener la pavimentación de esta vía, ya que era una de las peores que tenía el San Isidro y esto se prestaba para muchos accidentes”.
Este proyecto se enmarca dentro del compromiso de la Administración municipal por mejorar la infraestructura vial y las condiciones de vida en barrios que habían sido olvidados, contribuyendo al bienestar general de los ciudadanos.