La comunidad del barrio El Rubí recibió oficialmente la obra de reducción de riesgo ejecutada en la curva de Caño Grande, la cual durante meses afectó a los habitantes de las viviendas aledañas, causando inundaciones y daños en sus enseres.
La obra de 90 metros, realizada con 28 geocontenedores en línea, y enrocados en geoesteras antisocavación permite, además de mitigar el riesgo de avenidas torrenciales, la descolmatación, canalización y recuperación de la dinámica de la curva del caño.
“Es un logro porque ya podemos estar más confiados de que cuando el río crezca las casas no se inunden como ocurría antes, porque siempre sufríamos de esas crecientes donde se dañaban las cosas. Es un logro para acabar con el susto que vivíamos a diario cuando el río crece”, señaló Yaneth Paredes, habitante de El Rubí.
Por su parte, Wilson Cano, jefe de la Oficina de Gestión del Riesgo, destacó que este proyecto logró generar “una sinergia entre instituciones como la Agencia para la Reincorporación y la Normalización, la Universidad Santo Tomás y la Alcaldía de Villavicencio, que dan respuesta en una alianza también con la comunidad de El Rubí”.
El manual de uso, cuidado y preservación de la obra que se le entregó la comunidad, recomienda no arrojar elementos y basura al caño, no rasgar los geocontenedores, no realizar construcciones, encerramientos y excavaciones sobre la zona intervenida y llevar a cabo acciones de reforestación en el área aledaña.