El alcalde de Villavicencio, Felipe Harman, a pocos días de terminar su cuatrienio, deja una ciudad completamente distinta a cómo la recibió. La percepción sobre su gestión siempre variará según los ojos que la analicen, sin embargo, algo es claro: fue el alcalde de los sectores más olvidados, gobernó especialmente para las poblaciones más vulnerables y logró un equilibrio entre una gestión administrativa, de obras y ampliamente participativa. Gobierno que realizó pese a distintas dificultades: inundaciones históricas, una pandemia mundial, recibió una ciudad con 19 elefantes blancos, un manojo de evasores catastrales, una administración con concesiones que se quedaban con casi todo el dinero, y le entregaron una ciudad con una deficiencia fiscal que le generaba poca credibilidad y confianza a los inversores locales e internacionales. Pero eso cambió. Harman organizó la casa. En su administración se terminó la concesión de alumbrado público y nació Alborada Empresa de Servicios y Tecnología, una nueva luz, más moderna e inteligente para la ciudad, que ha reinvertido más de 17 mil millones e instalado más de 10 mil luminarias led nuevas, reemplazando casi un tercio de las viejas luces amarillas de sodio en tan solo dos años, mientras que la concesión tenía a la ciudad condenada a iluminarias con más de 20 años de uso.También recuperó los servicios de movilidad que estaban en manos de la empresa Sertravi, el dinero que era para privados ahora es de todos los villavicenses. Además, le deja por mes al Municipio un promedio de 630 millones de pesos, dinero que hoy permite que se estén remodelando, no uno, sino las 97 intersecciones semafóricas de la ciudad.Villavicencio pasó de ese desastroso segundo lugar de ser la ciudad con más elefantes blancos en el país a recuperar ocho escenarios, que, a través de la educación, el deporte, la ciencia e innovación, la salud y el agro, hacen de la capital del Meta una mejor ciudad. Con el avalúo catastral siguió organizando la ciudad, los que antes no pagaban lo justo, lo empezaron a pagar y quienes pagaban de más, empezaron a pagar lo justo. A esto se le suman más de 12 obras hechas por el sector privado, por los constructores. Obras que hoy son una realidad y que se realizaron en forma de pago de los impuestos de construcción. Son más de 7.300 millones de pesos que hoy se ven reflejados en mejores vías en el Nuevo Horizonte, la vereda El Carmen, San Agustín, Porfía, La Madrid, Covisán y Villas del Sol.Villavicencio adquirió créditos, es cierto, pero es algo que antes no podía, no recaudaba lo suficiente para que le dieran créditos. Eso sí, esos créditos hoy en día ya son obras, no es más que pasar por el dique de Vanguardia El Municipio estuvo bien administrado, tanto fue así, que pasó del puesto 29 al 11, de 32, en desempeño fiscal, durante este gobierno. Harman lo hizo, Harman organizó la casa.
