Él es Marx, un ciclista fuera de lo común

No usa casco sino sombrero; no viste jersey ni zapatillas, normalmente lleva botas; carga maleta porque con su consentida se va quedando donde le coja la noche, y lo que menos le importa es ser el primero o el último de la carrera. Marx Antonio sabe que su bicicleta alargada, engallada con un sistema que la hace “igual que un carro”, va de pueblo en pueblo disfrutando la vida.

Su bicicleta tiene maletero y en el manubrio suficiente espacio para una carpa; además, la llanta trasera es más grande que la delantera por el peso que carga. “Yo hice mi bicicleta, la construí a mi gusto y estoy seguro de que es mucho más cómoda que las que valen millones, a mí solo me importa disfrutar y esta bajada fue muy bacana, perdí los frenos en un momento, pero afortunadamente pude llegar”.

Su bandera dice “revolution”, porque eso es lo que él cree que hace con su bicicleta, revolucionar la manera de rodar por las vías de Colombia.

“Ustedes deberían premiar el regreso, porque aquí muchos tienen carros, buses, pero yo me voy a devolver pedaleando, por eso cargo mis cosas, porque cuando quiero parar lo hago y no llevo ningún afán”, nos manifestó este hombre que con sus cuarenta y pico de años disfruta y vive su vida como mejor le parece. Marx nos dejó dos enseñanzas, ser original en lo que se hace y disfrutar de la vida sin presiones y con mucha alegría, como lo hizo en la travesía 2024.