A los 86 años, José Vidal Álvarez Parada es un llanero con sanas costumbres, que desde hace 60 años conoció el arte de la música en Arauca, donde aprendió a interpretar el arpa, el cuatro y la bandola. En el 2001, salió de Arauca en busca de un mejor futuro ante la crudeza de la violencia que en ese momento allí se vivía.Lleva más de 20 años caminando por las calles de Villavicencio, con su amigo inseparable el cuatro, al que se refiere como su mejor compañero de vida. Utiliza el espacio público para generar arte y con su instrumento interpreta poemas y pasajes típicos de la región. Y las personas que degustan de su interpretación musical le ayudan económicamente. José contó que “todos los días salgo a las calles de Villavicencio y canto, declamo y, con la colaboración del pueblo, así vivo. Yo estoy utilizando el espacio público para hacer arte, para hacer folclor, hacer patria y hacer conocer nuestras costumbres, nuestra idiosincrasia y nuestras enseñanzas. Ando calle arriba y calle abajo en esta localidad desde el 2001”.