El alcalde Felipe Harman se reunirá mañana con el presidente Gustavo Petro para explorar soluciones que permitan que Villavicencio no dependa de una bocatoma principal, sino que tenga más fuentes alternativas para el abastecimiento de agua. El mandatario fue enfático al asegurar que las condiciones de la bocatoma cambiaron debido a los deslizamientos que se han presentado en los últimos meses, lo que da como resultado que sea más vulnerable. Es decir, el material de la montaña arrastrado por los deslizamientos ha generado una sedimentación que convierte el lugar en un punto más frágil y expuesto a las adversidades del clima. “Es una bocatoma que estaba a 15 o 12 metros de altura y hoy está a 2 metros de altura. Entonces, fácilmente se sedimenta porque está ubicada en un cañón y los desprendimientos que genera ese cañón no tienen para dónde agarrar”, dijo el alcalde.En el lugar hay un puesto de monitoreo constante, a través de cámaras que muestran en tiempo real los trabajos que realizan todo el día los operarios de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado (EAAV). De los trabajos que se adelantan en estos días para recuperar la bocatoma, el alcalde dijo que “hoy el cuadro es más positivo, estamos cerca de volver a habilitar el servicio por la bocatoma, pero vamos a tener una bocatoma sumamente frágil por mucho tiempo. Nos toca esperar que llegue el verano para determinar toda la reorganización del comportamiento de la cuenca, porque el canal de aducción colapsa fácil y, además, existen unos procesos erosivos fuertes en la parte alta que generan un desprendimiento de material”, añadió el mandatario. Estos deslizamientos inhabilitaron la bocatoma, frente a lo cual se ha implementado un plan de contingencia para mantener el servicio, por turnos, en toda la ciudad. Por esa razón, se puede “depender de bocatomas y no de bocatoma, y de hablar de fuentes alternas y no de fuente alterna, para tener un sistema que no depende únicamente del comportamiento de una quebrada”, puntualizó el alcalde.