El chigüiro, emblema de los Llanos Orientales, tiene un espacio para su observación a solo 7 kilómetros de la ciudad. En la vereda La Poyata, Corregimiento 5, se encuentra la Reserva Natural Piedemonte, un alojamiento que permite apreciar cerca de 100 especies propias de la región.
Este destino turístico se extiende por 7 hectáreas, donde durante más de dos décadas se ha trabajado en la recuperación de la vegetación. Ese esfuerzo lo convirtió en hogar de diversas especies de aves, reptiles y mamíferos que pueden observarse al recorrer sus senderos ecológicos.
El proyecto tuvo como objetivo devolverle el espacio a la naturaleza. Por esta razón, los visitantes deben cumplir con lineamientos estrictos para proteger a los animales. Los huéspedes tienen el privilegio de observarlos muy de cerca, pero está prohibido alimentarlos, tocarlos o ingresar a las aguas. El compromiso principal es garantizar su conservación.
Este lugar abre los fines de semana y festivos, y cuenta con el restaurante La Topia. Tanto quienes se hospedan como quienes optan por un pasadía encuentran allí una experiencia especial para disfrutar de la biodiversidad que hace de Villavicencio un destino de naturaleza.