Luz Eneida García tiene 26 años, vive en corregimiento Seis, vereda Quebrada la Honda, paraíso natural donde el armonioso cantar de los pájaros se armoniza con el agua recorriendo las corrientes y el golpeteo de las piedras.Esta bogotana, junto con sus papás, llegó a los Llanos Orientales en el 2013 siendo menor de edad. Su labor de guardiana de cuenca la combina con el trabajo de campo para ayudar a su mamá y papá, con el ordeño de las vacas u otros oficios de la finca donde viven. El día de Luz Eneida inicia a las 4:00 de la mañana, preparando el desayuno en fogón de leña, y alistando a su hija Paula, de 7 años, para llevarla a la escuela. Después empieza su recorrido por los 13 predios del Parque Natural Quebrada la Honda que están a su cargo, pues esta mujer es una de las 32 guardianas de cuenca de la Secretaría de Medio Ambiente, para velar, cuidar y proteger las fuentes hídricas y biodiversidad del corregimiento. Lleva año y medio siendo guardiana de cuenca, motivada por los vecinos del sector a ser una de las protectoras de la vida forestal y de la fauna silvestre.«Ser Guardián de Cuenca consiste en proteger el medio ambiente, los bosques, las fuentes hídricas, sensibilizar la gente, no dejar talar árboles y reforestar para contribuir a un ecosistema más limpio y sano» expresó Luz Eneida. Paula, hija de Luz Eneida, la acompaña a visitar algunos de los predios más cercanos que tenga que ver con el agua, pues para ella a su corta edad, demuestra especialmente el gusto por el cuidado y protección de una de las fuentes principales de vida: el agua.El predio más cercano a su residencia está a 1 hora y el resto de 3 o 4 horas caminando.Cuando hace visita a quienes están en el programa de Pagos por Servicios Ambientales (PSA), que es un incentivo que se le paga a un beneficiario por cuidar el bosque, su jornada inicia a las 6:00 de la mañana y regresa a las 8:00 de la noche a casa con su familia.Una de las anécdotas que más recuerda Luz Eneida en su experiencia de ser guardiana de cuenca, es cuando se perdió junto con tres personas en el bosque durante cinco horas, pero que gracias a un trabajo en equipo y a sus conocimientos de los límites de los predios, lograron salir sanos y salvos. Luz Eneida reflexiona frente a las problemáticas ambientales que hay y lanza una mirada triste cuando habla sobre la contaminación de los humedales y de la deforestación, pero se reconforta al saber que es una guardiana de cuenca y está contribuyendo a la protección del medio ambiente a través de sensibilizaciones para generar conciencia ambiental y reforestando zonas en Villavicencio, en su sector y en lo alto del río Guatiquía.